Siempre me han gustado este tipo de prendas. Cuando empieza el fresco, para no llevar la chaqueta a cuestas, siempre llevo unas "mangas" (yo le llamo así. Es una mini torerita, que solo tiene el ancho de espalda de las mangas) en el bolso.
Si os fijáis bien no tiene ninguna complicación, por lo que no hace falta hacer ningún tutorial al respecto. Pero os voy a explicar un poquitín cómo lo hice...
Como rondaban por casa algunos ovillos Alaska grises, reciclados, que compré de Katia, pues me dispuse a darles una segunda oportunidad. Tuve que comprar un ovillo más y con él aproveché para darle un poco de color al asunto.
Y no pude evitar hacer alguna variación combinándo con punto del revés, que hacia parecer el dibujo del punto bobo más ancho.
Así que, a la hora de cambiar el color del hilo tenemos que ir con cuidado de hacerlo tejiendo punto bobo, con la labor del derecho.
Conclusión: no todo lo bonito es práctico. ¡Pero a todo hay que darle una segunda oportunidad!
Mola!!!
ResponderEliminarGracias Ester! :D
EliminarMe gusto cuando lo vi, y no recordaba donde... Tengo una bufanda que no quiero deshacer porque me la hizo mi madre y creo que se adaptaría a tu "bufanda" cuanto tiene de largo?. Gracias.
EliminarCarmen, pues es muy muy larga, tiene que hacer tu contorno de tòrax y tu largo de brazo a brazo mínimo!
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